Silvia Alejandra García


Escritora, docente, narradora oral y promotora de lectura nacida en la provincia de Buenos Aires, reside desde su adolescencia en San Carlos de Bariloche.

Graduada como Profesora y Licenciada en Letras en la Universidad Nacional del Comahue colabora con medios periodísticos de la región y el país.


Libros publicados:
* Cuentos de agua (2003)
* Si me patas paro arriba (2004)
* En pocas palabras (2008)

Brevisimos

La boca del lobo

-¡Qué boca tan grande tienes!- exclama Caperucita, desconfiada.
-¡No vas a creer todo lo que se dice por ahí!– se apresura a responder el lobo- ¡Las indiscretas fueron ellas!

Linda manito

Qué linda manito que tengo yo. Mi gato la trajo del baldío de enfrente. Se parece mucho a las manos de mi abuela, la que vivía con nosotros. Pero hace unos días, mientras mi papá que estaba solo con ella se acostó a dormir la siesta, mi abuela se escapó a la calle y se perdió. Como tiene Alzheimer…

Ronda infantil

A la niña que está en el medio le quisieron regalar una tijerita de oro para que aprenda a bordar. Pero la niña, tijera en mano, se abre paso entre las niñas que forman la ronda y, con una sonrisa despiadada, avanza hacia la puerta de la casa, donde su padrastro la espera con un cliente.

Tradiciones I

- A las doce de la noche se rompen los hechizos, llega la Navidad, comienza el año, se despiertan los muñecos, los bailarines se quitan las máscaras. Es un momento de mucho ajetreo. Mejor nos vemos a la madrugada -dice la aguja de las horas.
Pero el minutero no puede esperar tanto. Se va por el cuadrante a perseguir al segundero que, desprejuiciado, le promete nuevas sensaciones.

Tradiciones II

- Yo creo, como los antiguos celtas, que los espíritus de los familiares y amigos que nos abandonan se encuentran encerrados en un ser inferior, una pierda o un árbol, por ejemplo. Esperan allí hasta que llega el día en que alguno de sus deudos pasa por el lugar y los libera.
A mí me parece razonable lo que está diciendo, sobre todo cuando la voz proviene de un alerce. Pero sigo de largo. ¿Cómo sé que no miente y es un desconocido o un pariente al que uno preferiría olvidar?

Tradiciones III

Con esos recursos y esas actitudes, caballero, podrá usted poseer mi alma, mi pensamiento, mis sueños y ensueños, mi deseo. Pero soy una mujer decente. Mi cuerpo seguirá entregado enteramente al matrimonio.

Seamos claros

Como usted bien comprende, caballero, una dama de mi condición no está al alcance de un don nadie de los que se encuentran a su altura. Por otra parte, la comprensión de esta verdad es una cualidad que lo enaltece. Por eso le pregunto: ¿cuánto más, piensa demorar en alcanzarme?

Penélope

Penélope teje y desteje. Todas las mañanas, los pretendientes cruzan miradas de complicidad frente a las hebras cada vez más raídas de su labor. Ellos comen, beben y disfrutan de la buena vida.
¿Quién puede querer casarse con una mujer que ya lleva veinte años esperando a un esposo anterior y con semejante neurosis obsesiva a cuestas?

Fabulas, Esopo

Cierto día, un esclavo liberto llamado Esopo observaba a una zorra que había entrado en un viñedo. El animal parecía muerto de hambre, ya que, al ver colgando los racimos de una parra, quiso atraparlos con su boca. Dio un salto pero no los alcanzó. Saltó nuevamente pero su esfuerzo fue infructuoso. Volvió a intentarlo en vano. Por fin, volviéndose hacia Esopo le dijo:
- Si no se inspira de una vez, cambiamos de argumento. ¿Dónde vio una zorra vegetariana? ¡Esto, señor autor, es abusar del personaje!




1 comentario:

  1. Genial lo tuyo silvia, claro que algo conocía, pero desayunarse con buena lectura sigue siendo un p

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